Saturday, November 25, 2006
una piedra se aventó al sonido
no fue oída por nadie
y quedo la posibilidad de continuar,
errando
no más que una casualidad
trasfiguraron la apariencia de la noche
en un lugar habitado por lobos
y perdido encontró que no se vuelve a su lugar
la posibilidad no convida con la realidad
no se vive con palabras
By Jaromil Alfonso ©
no fue oída por nadie
y quedo la posibilidad de continuar,
errando
no más que una casualidad
trasfiguraron la apariencia de la noche
en un lugar habitado por lobos
y perdido encontró que no se vuelve a su lugar
la posibilidad no convida con la realidad
no se vive con palabras
By Jaromil Alfonso ©
Friday, November 24, 2006
FUE EL MOMENTO QUE MORíA MI MADRE...
Fue el momento que moría mi madre: la miraba con placer y devoción, feliz de que, al fin, ella, se iba a encontrar con Dios.
Los que estábamos en esa habitación, la mirábamos: ¡que mujer valiente, llena de fe! Pásame otro paño, este ya no aguanta más; me acabo de manchar la corbata, con voz baja y áspera dijo aquel hombre con común con traje. No hay mas que hacer, Señor, recibe a esta, quien te ama. Al escuchar esto, mi corazón latía de alegría: al fin se iba a encontrar con Dios. Hoy lo recuerdo, no era la alegría lo que hacia saltar mi corazón, también lo hacia la envidia: esa mujer se preparaba para ver a Dios, y yo me quede soportando a esos y al hombre común con traje. En ese momento, no entendía la relevancia del sacrificio, de la ausencia de cordura. Amor, odio, ignorancia y rabia fueron partes de mis deliberaciones varios mucho tiempo después.
Hubo una mirada, aun hoy no la logro extraviar. Ella se volteo, me mira, sus ojos vacíos apuntaron a mi. No dice palabra; un mirada: inadvertida, ingesticulable, a pesar de su sonrisa. Luego, un ruido extraño, un llanto de alegría se podía escuchar a mis espaldas. (Aun no existe sonido más despreciable que el de la monotonía de la pandereta y sus seguidores). Todos me felicitaron, yo me molestaba porque no había visto a Dios y esa mujer ya estaba de camino a verlo.
*******
Tengo el mismo sueño otra vez, el nombre de Dios aparece traslucido en diferentes idiomas, alargando la pluralidad de despecho que me consume. Por esto he decidido cumplir mi cuerpo en sacramento. Miró su cuerpo desnudo mientras pinta, en otro cuerpo, los adjetivos que me aparecen en diferentes idiomas. Esta de pie, dándome la espalda, se que está riendo, logro oír parte de su voz, más parecida a mi recuerdo, que excita el otro cuerpo que tiene de frente. Su cuerpo es joven, un cuerpo excitante moviéndose con su risa, el mismo cuerpo que escribe a Dios sobre el otro cuerpo.
Observo. Continúo esperando a ser escrito.
By J.A. Meursault ©
Los que estábamos en esa habitación, la mirábamos: ¡que mujer valiente, llena de fe! Pásame otro paño, este ya no aguanta más; me acabo de manchar la corbata, con voz baja y áspera dijo aquel hombre con común con traje. No hay mas que hacer, Señor, recibe a esta, quien te ama. Al escuchar esto, mi corazón latía de alegría: al fin se iba a encontrar con Dios. Hoy lo recuerdo, no era la alegría lo que hacia saltar mi corazón, también lo hacia la envidia: esa mujer se preparaba para ver a Dios, y yo me quede soportando a esos y al hombre común con traje. En ese momento, no entendía la relevancia del sacrificio, de la ausencia de cordura. Amor, odio, ignorancia y rabia fueron partes de mis deliberaciones varios mucho tiempo después.
Hubo una mirada, aun hoy no la logro extraviar. Ella se volteo, me mira, sus ojos vacíos apuntaron a mi. No dice palabra; un mirada: inadvertida, ingesticulable, a pesar de su sonrisa. Luego, un ruido extraño, un llanto de alegría se podía escuchar a mis espaldas. (Aun no existe sonido más despreciable que el de la monotonía de la pandereta y sus seguidores). Todos me felicitaron, yo me molestaba porque no había visto a Dios y esa mujer ya estaba de camino a verlo.
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Tengo el mismo sueño otra vez, el nombre de Dios aparece traslucido en diferentes idiomas, alargando la pluralidad de despecho que me consume. Por esto he decidido cumplir mi cuerpo en sacramento. Miró su cuerpo desnudo mientras pinta, en otro cuerpo, los adjetivos que me aparecen en diferentes idiomas. Esta de pie, dándome la espalda, se que está riendo, logro oír parte de su voz, más parecida a mi recuerdo, que excita el otro cuerpo que tiene de frente. Su cuerpo es joven, un cuerpo excitante moviéndose con su risa, el mismo cuerpo que escribe a Dios sobre el otro cuerpo.
Observo. Continúo esperando a ser escrito.
By J.A. Meursault ©
NADA MAS QUE UNA HUIDA
Que no te confunda la pasión con el deseo. Mientras andas en lo incierto puedes entrar en el lugar oscuro y placentero llamado obsesión. De cierto que es agradable y quieres pernoctar. Pero, ¿acaso no corres el peligro de correr desnudo?
Toda la indecisión produce un acercamiento oblicuo y un alejamiento de ti mismo. Pizarnik lo entendió muy bien, Kafka supo como alejarse a un lugar de dónde no se vuelve.
Tal vez no quiero volver…
Tal vez me obsesiona perderme, alejarme, inevitablemente, detrás de esas cosas que hacen decir, pensar (¿describir?, ¿pensar?) de que manera me puedo deleitar en la huída.
Por que al fin, es una huída; siempre es una huída, no una retirada, sino una larga y obsesiva huída a lo mismo: al convento, donde la sangre de mis oraciones descubren el sexo de estas palabras. Sus palabras, mis palabras, mi desvelo, su silencio.
By Jaromil Alfonso ©
Toda la indecisión produce un acercamiento oblicuo y un alejamiento de ti mismo. Pizarnik lo entendió muy bien, Kafka supo como alejarse a un lugar de dónde no se vuelve.
Tal vez no quiero volver…
Tal vez me obsesiona perderme, alejarme, inevitablemente, detrás de esas cosas que hacen decir, pensar (¿describir?, ¿pensar?) de que manera me puedo deleitar en la huída.
Por que al fin, es una huída; siempre es una huída, no una retirada, sino una larga y obsesiva huída a lo mismo: al convento, donde la sangre de mis oraciones descubren el sexo de estas palabras. Sus palabras, mis palabras, mi desvelo, su silencio.
By Jaromil Alfonso ©
Cold in hands blue
y qué es lo que vas a decir
voy a decir solamente algo
y qué es lo que vas a hacer
voy a ocultarme en el lenguaje
y por qué
tengo miedo
By Alejandra Pizarnik ©
voy a decir solamente algo
y qué es lo que vas a hacer
voy a ocultarme en el lenguaje
y por qué
tengo miedo
By Alejandra Pizarnik ©
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